Querida mía:
Realmente no eres tan querida, pero una a pesar de
todo, se niega a perder la educación y la cortesía. Hace 6 años que nos
conocemos oficialmente, un 14 de febrero día de San Valentín, nuestra relación
se hizo pública, elegiste un buen día para declararme tu amor. Ya hacía tiempo
que venía presintiéndote, como esos amores que sabes que están a punto de
llegar y se meten en tu vida sin que te enteres, así, poco a poco y cuando
vienes a darte cuenta eres presa de ese sentimiento abrumador.
Quien nos lo iba a decir, que después de tanto
tiempo juntas, tanto pasado y vivido la una pegada a la otra, esta extraña unión iba a llegar a este punto, a este preciso
instante; un poco tarde sí, pero no demasiado y es que como todas las
relaciones toxicas y adictivas cuesta deshacerse de ellas cuando una de las dos
maltrata físicamente y psicológicamente a la otra persona, eso que le llaman dependencia
emocional o incluso rendición. No siento decirte para nada que ya no me
importas y que no me muero por seguir a tu vera, te lo digo en el más estricto
significado de la frase, no pienso morir por ti y tampoco vivir para ti. Así
que yo voy a ser más valiente y humana que tú y te informo como manda el protocolo,
que nos vamos a divorciar y de forma inminente. Te exijo que no montes en cólera, de lo único
que va a servir es que yo este unos cuantos días bien jodida, me da igual los
golpes que me des porque me levantaré más veces de las que me caiga y con más
fuerza, quiero que entiendas que no vas a poder conmigo, quiero que asimiles de
una vez por todas que a veces me tendrás secuestrada en cuerpo pero nunca más
en mente y alma. Estas tan acostumbrada a tenerme sometida que ni cuenta te has
dado que yo misma he hecho de mí un templo al que sólo podrás acceder a su
entrada y alrededores, pero nunca al interior que es donde está mi verdadera
fuerza y esencia: cuestión de supervivencia.
Quiero que también sepas, que me quedo con los
niños, con los animales, con la casa, con la cuenta en números rojos, con mis
amigos, mi familia, mi actual pareja (lo siento vino alguien a quien si le importo);
me quedo con mis años, mis kilos, mis arrugas y mis canas y sobre todo con las
ganas. Las ganas de vivir, de no depender de ti, de seguir hacia adelante, de
soñar, de reír, de creer e inventar. Me apropio de mis sentimientos y
emociones, de mis valores esos que no me permiten someterme más a ti. Me quedo
con mi nuevo trabajo, he encontrado otra alternativa, un día me arrebataste mi
profesión pensando que me ibas a hundir en la miseria y soledad encerrada entre
cuatro paredes y lo que has conseguido es que me dedique a hacer lo que más me
apasiona, mira tú por donde el tiro te ha salido por la culata. También me hago
cargo de las facturas pendientes, del alquiler, hasta de las vacaciones que
todavía no he podido coger. Me quedo con todo lo bueno que tengo e incluso con
lo menos bueno, a lo único que tienes derecho es a un régimen de visitas hasta
que la ciencia acabe contigo, pero no te equivoques porque voy a hacer todo lo
imposible para que esas visitas desconcertadas, cada vez sean menos y más
cortas, he descubierto mis propios medios para contrarrestarte y es que la
necesidad agudiza el ingenio.
Y después de todo esto, quiero recordarte que
nuestra unión fue impuesta pero yo nunca firme ningún papel que dijera: Hasta
que la muerte nos separe, ni siquiera ante tu Dios. Así que prepárate si buscas
represalias, de ante mano te advierto, que sí que ganaras alguna que otra
batalla pero jamás la guerra y es que prefiero morir de pie que vivir arrodillada.
Sin más que decirte, ni siquiera te envío un saludo o una carta de
recomendación, prefiero castigarte con el látigo de la indiferencia y que mi
mayor venganza sea “SER FELIZ”.
Atentamente mía y jamás de los jamases tuya: alguien
que no va a consentir que le arrebates la dignidad.
PD: Tengo millones de motivos para seguir, tu tan
solo uno y soy yo…y resulta que ahora por fin soy mi propia dueña. Aquí mando
yo.
Dedicado a todos los enfermos y enfermas que padecen alguna enfermedad crónica, en particular a quienes sufren de Fibromialgia.
Sonia Abellán Montero©.
Dedicado a todos los enfermos y enfermas que padecen alguna enfermedad crónica, en particular a quienes sufren de Fibromialgia.
Sonia Abellán Montero©.
Tamara Gonzalez Ruiz©. |